Mitos y Leyendas


Leyenda de la cueva de Juan Nico: Es un monumento natural que está ubicado dentro de unas tierras privadas. Su nombre se debe a que un hombre muy adinerado, llamado Juan Nico, llegó a la zona en 1780. Dicen que tenía barcos repletos de morocotas y ganado y que cuando se le presentó un conflicto, se tuvo que retirar con su familia hacia una quebrada, donde encontró un refugio natural. Dicen los pobladores que actualmente, después de las doce de la noche se escuchan ruidos de vacas y gritos de niños. Este espacio se encuentra rodeado por bosques y árboles de gran tamaño, así como por la quebrada.

Leyenda de la Quebrada de Parra: Cuentan que en la Quebrada de Parra corrían dos corrientes de agua: una de aguasalada que pasaba por el sector Los Higueros y era llamada "Quebrada Alta"; otra de agua dulce que pasaba por el sector El Guayabal y se conocía como "Quebrada Baja". El nombre de la quebrada se colocó en conmemoración a Alonso Parra, personaje importante de la región. Ésta es muy famosa ya que sobre ella se han tejido muchas historias legendarias. Una de ellas narra, que de sus aguas sale una mujer que invita a los transeúntes de la zona a que se acerquen hacia ella y, cuando lo hacen, los espanta abruptamente. 

Leyenda de la Capilla El Muertico: Esta capilla de bahareque fue construida a principios del siglo XX. Se ha ido modificando a través del tiempo añadiéndole bloques, cemento, ladrillos y Alfajol. Todas estas remodelaciones fueron realizadas gracias a los aportes, colectas y pago de promesas de la comunidad. En la capilla El Muertico se encuentra una urna de madera y cristal que alberga los restos del "muertico" cuyo nombre y fecha de muerte se perdieron en el tiempo. Cuenta la comunidad que éste era un niño que, sin permiso de su padre, acostumbraba ir a darle agua a un burro que andaba por ahí. Como castigo, su padre lo amarró a la jamuga o silla del burro. En una ocasión, el burro vio unas burras y empezó a perseguirlas. Mientras éste corría por los árboles, el niño, amarrado a la jamuga, se iba desmembrando. Las personas de la comunidad recogieron los miembros y los enterraron en el sitio donde está actualmente construida la capilla. Desde ese acontecimiento, los residentes acostumbran a visitar la capilla para hacerle peticiones y ofrendas. 

Creencias para Cosechas Abundantes: Para una abundante cosecha el pueblo recurre a una serie de prácticas muy antiguas que gozan de gran aceptación entre los agricultores. Para las cosechas frutales se coloca una cabeza de un animal muerto -caballo, burro u otros en una horqueta y se le amarran botellas llenas de agua. Para las auyamas se acostumbra a cortar la punta del bejuco con una mandíbula de iguana o se busca a una mujer embarazada primeriza para que golpee la mata con un bejuco o rama. 

Espantos del Centro Histórico de Barquisimeto: El puente Bolívar era frecuentado por un anciano borrachito que usaba un sombrero de ala ancha. En una ocasión en que andaba en un estado avanzado de ebriedad, se recostó en el espaldar deuno de los asientos del puente, cayó de espaldas al vacío y murió inmediatamente. Este señor era conocido por los lugareños como lloviznita y éstos afirman que su espanto aparece caminando por las aceras del puente. Otro de los espíritus que ronda el casco histórico de Barquisimeto es el del sacristán quien murió baleado en un alzamiento mientras observaba asomado en el campanario de la Iglesia San Francisco. Su fantasma aparece a media noche y se les atraviesa a las personas que caminan en la noche por la antigua plaza Bolívar, hoy plaza Lara. 

Cura del Mal de Ojo: La enfermedad del mal de ojo es producida por las malas energías que portan las personas así como por los malos pensamientos. Afecta particularmente a los niños, generándoles fiebre continua, diarrea y pérdida de la visión. La curación de este mal consiste en darle al enfermo una pócima elaborada con albahaca morada, altamira y ruda. Para completar la curación se deben recitar las palabras "En el nombre de Dios Todopoderoso y los espíritus de estas plantas", rezar un Padre Nuestro, un Ave María y luego se reza lo siguiente: "Este cuerpo bendito donde Jesús vino a entrar, pido en el nombre de Dios, que salga en este momento el mal de aquí y esta noble alma se convierta en casa de Jerusalén donde entre Jesucristo triunfante entre a sacar el mal y salte mal amén". Por último se recitan las palabras "Padre nuestro y eterno y Santo hijo redentor del cielo. Jesús que mueres en la cruz, con tres clavos, eres el bien amado liberamos de este mal, amén". Se recomienda hervir una prenda de oro y darle a tomar el agua al niño. Para prevenir el mal de ojo se usan contras de cuentas de collar indígena, corales, azabaches o prendas de oro. La cura debe ser realizada por curanderos experimentados y, de estos, hay muchos en Lara, pues el arte de la curación es allí una práctica que se ha transmitido de generación en generación.